Menos mal que yo he nacido en el gris de la ciudad,
y en un bosque de mentiras encuentro la verdad.
Menos mal que mi destino suele ser tan puntual,
llega a tiempo a nuestra cita, no me falló jamás.
Menos mal que hay quien comparte sus ideas con las mías,
y que cuando se enamora vive como en poesía.
Menos mal que me despierto y allí estás mirándome;
buenos días, vida mía, perfume de café.
Amar así,
una dulce enfermedad que te sigue día a día,
cuando llega no se va jamás.
Amar así
frente a un mundo que no va,
que no entiende todavía que tú estás aquí.
Menos mal que los amores no dependen de la edad,
y que nunca tienen prisa y acaban por llegar.
Menos mal que si hace frío nos podemos abrazar,
y si fuera el tiempo es malo, adentro no está mal.
Amar así,
una extraña enfermedad que te sigue día a día,
cuando llega no se va jamás.
Amar así,
una dulce enfermedad
que te prende y te hace estar volando más.
Menos mal que el llanto puedes ser también felicidad
y que hay muchos temporales que estallan y se van.
Y que hay días y estaciones contra la monotonía,
y que a los enamorados les toca la alegría
