La enterrarón por la tarde
A la hija de Juan Simón
Y era Simón en el pueblo
El único enterrador,
Y era Simón en el pueblo
El único enterrador.
El mismo a su propia hija
Al cementerio llevó,
El mismo cavó la fossa
Pronunciando una oración.
La enterrarón por la tarde...
Y allá, al caer de la tarde,
Del cementerio salió,
En una mano la pala,
Y en el hombro el azadón.
La enterrarón por la tarde...
Y la gente le decia :
-¿de donde vienes, Simón ?
Soy enterrador y vengo
De enterrar mi corazón.