Lucía:
Discutimos por cualquier motivo,
y dejamos de hablarnos después.
Tú en tu mundo y yo en el mío,
sin mostrarnos ningún interés.
Joaquín:
Se acabaron los simples detalles,
aquel beso antes de dormir.
Hoy es todo tan frío y distante,
a tu lado ya no soy feliz.
Lucía y Joaquín:
No puede ser, no puede ser
que haya muerto el amor y el respeto que había una vez.
No puede ser, no puede ser
que olvidemos que seguimos siendo marido y mujer.
Lucía:
Nos echamos la culpa por todo,
no nos damos jamás la razón.
Evitamos estar los dos solos,
el silencio nos hace peor.
Joaquín:
Los domingos son interminables,
y los lunes la calma otra vez.
La rutina ayuda a olvidarse
de la angustia por vernos después.
Lucía y Joaquín:
No puede ser, no puede ser
que haya muerto el amor y el respeto que había una vez.
No puede ser, no puede ser
que olvidemos que seguimos siendo marido y mujer.