Es muy difícil de comprender
que a pesar de mi vida de ayer
soy del pueblo y nunca
lo voy a olvidar,
tal vez lo duden
pero esta vez solo quiero enfrentar
con el lujo de un disfraz
el caos de nuestro hogar.
No pude evitarlo,
Busqué cambiar;
la miseria quería ahuyentar,
no podía estar siempre en la oscuridad;
con cosas nuevas
casi creí encontrar libertad
y nada me impresionó,
jamás esa fue mi verdad.
No llores por mí Argentina,
tu hija no te abandona:
yo he sufrido
y padecido,
no me abandones,
yo no te olvido.
A la fortuna
no la invité,
tampoco a la fama llamé
aunque piensen que es lo que yo perseguí;
son soluciones
y no ilusiones las que traigo aquí.
Los amo con fidelidad,
espero que ustedes a mí.
No llores por mí Argentina…
No llores por mí Argentina,
tu hija no te abandona:
yo he sufrido
y padecido,
no me abandones,
yo no te olvido.
Creo que hablé de más
y ya no hay otra cosa más que decir;
con solo verme a mí
sabrán ustedes que jamás podría
mentir…