LOS HIJOS DEL HAMBRE NO TIENEN MAÑANA
Con la mirada perdía en esos ojos de cuencas vacías,
se me notan las costillas, debo vivir el día a día.
Y tú preocupao por cómo adelgazar,
pensando todo el día en esos kilitos de más.
Siéntate un ratito y ponte a pensar
en cómo viven y mueren los demás.
Pa' poder vivir debo arriesgarme a morir,
aún me queda la esperanza de poder seguir aquí.
Navegan mis ilusiones en un frío mar añil,
escapar de la pobreza, ¡Por fin, por fin, por fin!
Y si merece la pena hay cruzar en una patera
que va a naufragar antes de llegar a Gibraltar.
Me asusta la pobreza, vete de aquí.
Nos quitas el trabajo y nos traes de fumar,
educamos a tus hijos pa que roben el pan,
el día de mañana nos vas a gobernar.
Y apaga el televisor y todo vuelve a ser real,
las cosas que has visto se te van a olvidar:
guerras, hambre y precariedad...
¡Calla tu conciencia y déjate llevar!...
Entonces se apagan todas las luces del barrio
y la gente duerme y no piensa
en los que pierden su vida a diario.
Con la mirada perdía en esos ojos de cuencas vacías,
se me notan las costillas, debo vivir el día a día.