Se ha callado la soledad
en esta alborada nueva
A orillita de la ciudad
duerme la primavera
Con sus ojos de abril
las colinas florecen su trigo hacia el sol
Se recuestan en oro
galas de despedida
Dime Alina, ¿que mala estampa
hierve en tu sangre hebrea?
De la aljama sales cantando
con un puño de arena
Vagas sin mirar atrás
no habrá nadie que prenda la lumbre en tu hogar
Sigue el signo de azar
de la luna sefardita
Donde están las llaves de España,
¿quien abrirá sus puertas?
Donde guarda un pueblo sin alma
todas las horas muertas
Vienen de dos en dos,
las carretas llorando su herida de amor,
a perderse en los ojos de la luna sefardita